viernes, 28 de diciembre de 2012

Lucidez




Dos fragmentos de Desaparecido en Cabo Cólera, de John Berger

Aun así, sólo podemos confesar nuestra confusión y nuestra impotencia, nuestra ira y nuestras opiniones, con palabras. Con palabras nombramos nuestras  pérdidas y nuestra resistencia porque no tenemos otro recurso, porque los hombres están indefectiblemente abiertos a la palabra y porque `poco a poco son ellas las que moldean nuestro juicio. Nuestro juicio  temido a menudo por quienes detentan el poder, se moldea lentamente, como el cauce de un río,  por medio de corrientes de palabras. Pero las palabras sólo producen corrientes cuando resultan profundamente creíbles.

[...]

Las palabras nunca son transparentes. Crean su propio espacio, el espacio de la experiencia, no de la existencia. La claridad de la palabra escrita tiene poco que ver con el estilo en sí. Un texto barroco puede ser claro; un texto simple puede ser confuso  La claridad, en mi opinión, es el don de componer el espacio creado por las palabras en un texto dado.







domingo, 25 de noviembre de 2012

UN POETA

ELOY SÁNCHEZ ROSILLO





LA CIUDAD PRESENTIDA

La ciudad los ungió con las luces del alba
y extendió ante su asombro el viejo laberinto de sus calles.
Traspasaron el umbral de la mañana. Los ojos
se habituaron pronto a la belleza de este día.
Porque en otro lugar y en horas menos plenas
supieron intuir lo que ven hoy:
ese reloj que hace vibrar la plaza
cuando deja caer trozos de tiempo sobre el mundo,
el rincón soleado donde un hombre muy viejo
vende objetos inútiles y hermosos…
Ellos saben muy bien que las cosas que crecen
bajo este cielo ajeno no son suyas.
Y querrían
tenderse para siempre sobre la hierba del verano
y engañarse olvidando lo que fueron
antes de estar aquí, antes de haber vivido
de acuerdo con la vida, con arreglo a la luz.
Piensan que pronto, en otra tierra, lejos,
cuando de nuevo vuelvan a sus viejas costumbres
y otra vez el invierno los habite y los venza,
recordarán, oscuros, este sol, este sueño
¡1 de libertad que quiso regalarles la vida.
Pero deciden aplazar las sombras.
Ahora
no dicen nada. Están aquí. Se miran.
La mañana transcurre. Y son dichosos.



Del libro: Maneras de estar solo

sábado, 3 de noviembre de 2012

El mago de Terramar...

de Ursula K. Le Guin (pincha)



En el mundo de Terramar hay dragones y espectros, talismanes y poderes, y las leyes de la magia son tan inevitables y exactas como las leyes naturales. Un principio fundamental rige en ese mundo: el delicado equilibrio entre la muerte y la vida, que muy pocos hombres pueden alterar, o restaurar. Pues la restauración del orden cósmico corresponde naturalmente al individuo que se gobierna a sí mismo, el héroe completo capaz de dar el paso último, enfrentarse a su propia sombra, que es miedo, odio, inhumanidad. "

domingo, 23 de septiembre de 2012

Carlos Morales

Para saber más sobre Carlos Morales 






JERUSALÉN


Cada vez que pienso en Jerusalén,
recuerdo el barro que nunca esculpí 
con una mujer dentro
colgada de la luz, 
apoyada en la luz, 
penetrando en la luz de la mañana.

 
Y me pregunto
qué sería de las cúpulas doradas del dolor

si, en medio de la noche,
los dioses advirtieran el rumor
-por un instante- 
de sus ágiles sandalias al costado.

Y me pregunto qué sería del miedo 
si –por un instante sólo– 

sus angeles cegaron los címbalos de guerra en la negrura 
y atentos escucharon a su espalda 


el roce de su túnica al caer, 
así, 

                                                                              sobre la arena...

Oh, amigos, arriad la ira  de vuestros caballos, 
arrojad al río los tambores de combate
y dejad que las flores extiendan sus cantos sobre vuestro pelo
para mojarlo luego con el arpa del manso Kenereth,
pues sabed que tengo cosidos en los ojos los vientos de su boca,
la boca que me arrastra -vencido- sobre el viento 
y arrodilla las salmodias de los santuarios de la muerte 
porque quiere encender las candelas  de mi corazón, 
                                                                               y no lo sabe...

Ay, amigos que habitáis en mi estrechura, 
he ahí alzando su hermosura sobre Jerusalén
el barro que un día retuve tuve entre mis manos, 
el barro con yesca que no pude esculpir

                                                                               porque abrasaba.

sábado, 8 de septiembre de 2012

La muerte en Samarkanda



Una mañana, el califa de una gran ciudad vio que su primer visir se presentaba ante él en un estado de gran agitación. Le preguntó por la razón de aquella aparente inquietud y el visir le dijo:
- Te lo suplico, deja que me vaya de la ciudad hoy mismo.
- ¿Por qué?
- Esta mañana, al cruzar la plaza para venir a palacio, he notado un golpe en el hombro. Me he vuelto y he visto a la muerte mirándome fijamente.
- ¿La muerte?
- Sí, la muerte. La he reconocido, toda vestida de negro con un chal rojo. Allí estaba, y me miraba para asustarme. Porque me busca, estoy seguro. Deja que me vaya de la ciudad ahora mismo. Cogeré mi mejor caballo y esta noche puedo llegar a Samarkanda.
- ¿De veras que era la muerte? ¿Estás seguro?
- Totalmente. La he visto como te veo a ti. Estoy seguro de que eres tú y estoy seguro de que era ella. Deja que me vaya, te lo ruego.
El califa, que sentía un gran afecto por su visir, lo dejó partir. El hombre regresó a su morada, ensilló el mejor de sus caballos y, en dirección a Samarkanda, atravesó al galope una de las puertas de la ciudad.

Un instante más tarde el califa, a quien atormentaba un pensamiento secreto, decidió disfrazarse, como hacía a veces, y salir de su palacio. Solo, fue hasta la gran plaza, rodeado por los ruidos del mercado, buscó a la muerte con la mirada y la vio, la reconoció. El visir no se había equivocado lo más mínimo. Ciertamente era la muerte, alta y delgada, vestida de negro, el rostro medio cubierto por un chal rojo de algodón. Iba por el mercado de grupo en grupo sin que nadie se fijase en ella, rozando con el dedo el hombro de un hombre que preparaba su puesto, tocando el brazo de una mujer cargada de menta, esquivando a un niño que corría hacia ella.

El califa se dirigió hacia la muerte. Está, a pesar del disfraz, lo reconoció al instante y se inclinó en señal de respeto.
- Tengo que hacerte una pregunta -le dijo el califa en voz baja.
- Te escucho.
- Mi primer visir es todavía un hombre joven, saludable, eficaz y probablemente honrado. Entonces, ¿por qué esta mañana cuando él venía a palacio, lo has tocado y asustado? ¿Por qué lo has mirado con aire de amenaza?
La muerte pareció ligeramente sorprendida y contestó al califa:
- No quería asustarlo. No lo he mirado con aire amenazante. Sencillamente, cuando por casualidad hemos chocado y lo he reconocido, no he podido ocultar mi sorpresa, que él ha debido tomar como una amenaza.
- ¿Por qué sorpresa? -preguntó el califa.
- Porque -contestó la muerte- no esperaba verlo aquí. Tengo una cita con él esta noche en Samarkanda.



jueves, 30 de agosto de 2012

Elizabeth Bishop





Para Saber más: Elizabeth Bishop


Un arte

No es difícil dominar el arte de perder;
hay tantas cosas que parecen colmadas por el deseo
de ser perdidas que su pérdida no es un desastre.

Pierde algo cada día. Acepta la confusión
de las llaves extraviadas, de la hora desperdiciada.
No es difícil dominar el arte de perder.

Practica después perder más, y más rápido:
lugares, y nombres, y las tierras a las que pretendías
viajar. Ninguna de estas pérdidas será devastadora.

He perdido el reloj de mi madre. ¡Y mira!, la última
o la penúltima de las tres casas que he amado se perdió.
No es difícil dominar el arte de perder.

He perdido dos ciudades, hermosas ciudades. Más aún,
vastos reinos que poseía, y dos ríos, y un continente.
Los añoro, pero no fue un desastre.

Incluso perdiéndote a ti (la voz risueña, un gesto que
amo) no habría mentido. Es evidente
que no es difícil dominar el arte de perder
aunque eso parezca (¡escríbelo!) un desastre.

viernes, 24 de agosto de 2012

Sofía Castañón


L´ASTRONOME QUI REGARDE EN BAS

Lavas las manos
en lo profundo del cosmos
mientras me miras
con sonrisa dulce
y dices que me entiendes.

(de Últimas cartas a Kansas, la bella varsovia, 2008)


Para conocerla, porque merece la pena: SOFÍA CASTAÑÓN

sábado, 18 de agosto de 2012

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡POR FIN!!!!!!!!!!!!!!!!!

¡¡¡¡Recién, recién, recién!!!!!!!!!!!! Aún no tiene dientes y aún no habla...pero ya veréis, ya, cuando aprenda a sonreír...En octubre su sonrisa os cautivará. De momento, está aprendiendo a respirar... y lo hace bien, no hay más que verlo ¿a que sí?


El poeta Jesús Pino ha escrito la introducción y el autor de la imagen de la portada es el pintor J.A. Villarrubia. Gracias a los dos.

domingo, 12 de agosto de 2012

VILLARRUBIA

Esta vez, sólo recordarme que la imagen de portada de este blog pertenece  al  acuarelista y amigo José Antonio Villarrubia.

Su blog merece mucho la pena:

LA MIRADA DEL AURIGA

sábado, 4 de agosto de 2012

Gore Vidal

Para saber más, un blog:  Abandonad toda esperanza


Para mirarlo muy muy interesante:  


Para leer algo:


 "Una buena obra nunca queda sin castigo" 


 "Cincuenta por ciento de la gente no vota, y cincuenta por ciento no lee los periódicos. Espero que sea el mismo cincuenta por ciento". 


 "Tener estilo es saber quién eres, qué quieres decir y no importarte nada un diablo". 


 "Cuanto más dinero acumula Estados Unidos, menos interesante se vuelve".

sábado, 28 de julio de 2012

Dos poemas de Kenneth Rexroth





Kenneth Rexroth

El cometa Halley


Cuando en tu madurez
El gran cometa venga nuevamente
Recuérdame: un niño despierto
Una noche de verano,
Junto a mi pequeña cama 
Mirando esa estrella de pelo largo 
Hace ya muchos años. 
Ve hacia la oscuridad y mira 
Su penacho sobre el agua 
Derramándose en la noche líquida,
Y piensa que la vida y la gloria
Se agitaron alguna vez en mi sangre,
Al igual que para los que se fueron
Antes que yo, pequeñas gotas 
De ese río de billones de años de largo 
Que fluye ahora por tus venas.





Tranquilamente


Tendido tranquilamente junto a ti,
Mi mejilla contra tu firme, quieto muslo,
La callada música de Boccherini
Bañándonos en la quietud,
Mientras el sol abandona los altos de la casa y se aleja 
Por el Pacífico, en calma -
Tan calmado se mueve el sol sobre nosotros, 
Tan calmado como siempre, 
Tan calmados, nuestros cuerpos, agotados
Por el tiempo y las penitencias del amor,  nuestros 
Cerebros ovillados, quietos en sus conchas, adormecidos,
Nuestros corazones lentos, tranquilos, confiados
En sus ritmos entrelazados, el pulso
En tu muslo acariciando mi mejilla. Tranquilo.




sábado, 7 de julio de 2012

Todo cuanto amé...

... es el título de una novela de  Siri Hustvedt. Me gustó mucho cuando la leí.








Este fragmento está tomado de El blog de Anita Noire


"Siempre que muere un artista, su obra comienza lentamente a reemplazar a su cuerpo, convirtiéndose así en su sustituto corpóreo en este mundo. Se trata de un proceso, supongo, inevitable. Al pasar de una generación a otra, ciertos objetos de utilidad, tales como sillas o platos, pueden parecer temporalmente infundidos del espíritu de sus antiguos dueños, pero esa condición sucumbe con bastante rapidez a sus funciones pragmáticas. El arte, por su inutilidad intrínseca, se resiste a verse incorporado a la cotidianidad, y cuando es mínimamente potente, parece alentar con la vida de la persona que lo creó". 

sábado, 30 de junio de 2012

Del nuevo Premio Gil de Biedma:

JAVIER LORENZO CANDEL


Vivir en la armonía la materia del hombre,
saber hacerle espacio penetrando en las cosas
en las que hemos ido acostumbrando al cuerpo
a enfrentarse a los días, a los acantilados,
a la sed de horizonte en las vastas llanuras
que el tiempo va dejando bajo el andar. La prueba
del hombre es ser un cuerpo que madura su edad,
y con ella el dolor, para hacer poderoso
el secreto más grave. Y en el centro de todo
su voluntad, como una tierra fértil arada
donde no cabe la merma; la voluntad sublime
de hacer, con valentía, de su descubrimiento

una loma, la altura donde mostrar su hallazgo.




(Este poema está tomado del blog  Carece de sentido)

viernes, 22 de junio de 2012

Un fragmento...

...y  un homenaje: Emili Teixidor






La mejor amiga de la hormiga Miga era la jirafa Rafa.

Durante mucho tiempo las dos amigas no se conocían porque la distancia entre ellas era tan grande que no podían verse aunque se cruzaran por el camino.

La hormiga Miga, por más que levantara la cabeza, no lograba ver más arriba de las flores y los juncos del prado. Y la jirafa Rafa, por más que agachara la cabeza, no lograba distinguir una piedra de una boñiga de vaca...

miércoles, 6 de junio de 2012

Ha muerto, pero no.

RAY BRADBURY



Fragmento de Fahrenheit 451


No se puede construir una casa sin clavos en la madera. Si no quieres que un hombre se sienta políticamente desgraciado, no le enseñes dos aspectos de una misma cuestión, para preocuparle; enséñale sólo uno. o, mejor aún, no le des ninguno. Haz que olvide que existe una cosa llamada guerra. Si el Gobierno es poco eficiente, excesivamente intelectual o aficionado a aumentar los impuestos, mejor es que sea todo eso que no que la gente se preocupe por ello. Tranquilidad, Montag. Dale a la gente concursos que puedan ganar recordando la letra de las canciones más populares, o los nombres de las capitales de Estado, o cuánto maíz produjo lowa el año pasado. Atibórralos de datos no combustibles, lánzales encima tantos «hechos» que se sientan abrumados, pero totalmente al día en cuanto a información. Entonces, tendrán la sensación de que piensan, tendrán la impresión de que se mueven sin moverse. Y serán felices, porque los hechos de esta naturaleza no cambian. No les des ninguna materia delicada como Filosofía o Sociología para que empiecen a atar cabos. Por ese camino se encuentra la melancolía. Cualquier hombre que pueda desmontar un mural de televisión y volver a armarlo luego, y, en la actualidad, la mayoría de los hombres pueden hacerlo, es más feliz que cualquier otro que trata de medir, calibrar y sopesar el Universo, que no puede ser medido ni sopesado sin que un hombre se sienta bestial y solitario. Lo sé, lo he intentado ¡Al diablo con ello! Así, pues, adelante con los clubs las fiestas, los acróbatas y los prestidigitadores, los coches a reacción, las bicicletas helicópteros, el sexo y las drogas, más de todo lo que esté relacionado con reflejos automáticos. Si el drama es malo, si la película no dice nada, si la comedia carece de sentido, dame una inyección de teramina. Me parecerá que reacciono con la obra, cuando sólo se trata de una reacción táctil a las vibraciones. Pero no me importa. Prefiero un entretenimiento completo.


Fragmento de Crónicas marcianas

Esta noche había en el aire un olor a tiempo. Tomás sonrió. ¿Qué olor tenía el tiempo? El olor del polvo, los relojes, la gente. ¿Y qué sonido tenía el tiempo? Un sonido de agua en una cueva, y una voz muy triste y unas gotas sucias que caen sobre cajas vacías y un sonido de lluvia. Y aún más, ¿a qué se parecía el tiempo? A la nieve que cae calladamente en una habitación oscura, a una película muda en un cine muy viejo, a cien millones de rostros que descienden como esos globitos de Año Nuevo, que descienden y descienden en la nada. Eso era el tiempo, su sonido, su olor. Y esta noche (y Tomás sacó una mano fuera de la camioneta), esta noche casi se podía tocar el tiempo.


Fragmento de De la ceniza volverás


Nadie podía decir lo que las brisas y los vientos suspiraban y murmuraban mientras sacudían las míseras tejas, excepto Cecy, que había llegado un poco después que la gata para convertirse en la más bella y la más especial de las hijas de la Familia –que se instalaría en el lugar–, con su talento para llegar a los oídos de la gente, de allí al interior de las mentes y de allí a los sueños; Cecy se estiró en las arenas del antiguo jardín japonés y dejó que las pequeñas dunas la mecieran, mientras el viento jugaba con el techo. Allí oyó los lenguajes del clima y de lejanos lugares y supo, por un lado, lo que pasaba más allá de la colina, o del mar, y por el otro, de un mar más lejano que tenía la edad del hielo antiguo, que soplaba desde el norte, y el eterno verano que respiraba suavemente desde el Golfo y la selva del Amazonas.

domingo, 20 de mayo de 2012

Un poema de Concha González Nieto


Y ya no nos queda más que este mundo soportado a golpes de silencio.
La carne en la nieve nació para ofrecer su guante a la noche.
Un cuerpo de gelatina tiembla
un cuerpo que se desborda a través de los patios
tiembla y duda.
La madre ha descansado en el lado de los muertos
negándonos a todos...
Su mano blanca, el ruido de sus pasos, el naufragio que dejó
en los ojos, inmoviliza la herida.
Tu mano blanca,
queda ahí, en el hongo despedazado por el mármol.
Un hombre juega con tus dientes
un hombre dilata tu piel oscura
un hombre se posa en tus minutos.
La madre ha descansado en la cuna del viento.
En la pequeña piedra que fija su cabeza.

sábado, 5 de mayo de 2012

Lo vi...

...un blog entrañable de la fotógrafa   Renata Takkenberg-Krohn  









de casi todo hace veinte años, como dice Gil de Biedma,.... o más, o  ya nunca.

sábado, 28 de abril de 2012

Una de mis preferidas: Drácula, de Francis Ford Coppola

Esta escena es inigualable...y en italiano tiene un aire de ópera olvidada


 


Y el tema que Annie Lennox compuso para los créditos de la película... inigualable también


sábado, 21 de abril de 2012

Un poeta



PHILIP LARKIN


La Mejor Compañía
Cuando era niño, pensaba,
Casualmente, que la soledad
Nunca precisa de ser buscada.
Era algo que todo el mundo tenía,
Como la desnudez, estaba a la mano,
Ni especialmente buena ni especialmente mala,
Una cosa abundante y obvia,
De ningún modo difícil de entender.
Entonces cumplí los veinte, se volvió
Más difícil de conseguir
Y más deseada, aunque a la vez
También más indeseable; porque
Estar solo requiere, para alcanzar
El rango de los hechos, ser expresado
En términos de los otros, si no, es sólo
Un artificio compensatorio.
¡Mucho mejor estar acompañado!
Para amar debes tener a alguien más,
El acto de dar requiere un legatario,
Los buenos vecinos necesitan otros vecinos
Sobre quienes serlo –en resumen,
Nuestras virtudes son todas sociales, si
Privado de la soledad te enfadas,
Es claro que no eres de los virtuosos.
Entonces con violencia, cierro mi puerta con llave.
El calentador de gas respira. Afuera, el viento
Anuncia la lluvia nocturna. Una vez más
La incontrovertible soledad
Me sostiene en su enorme palma;
Y como una anémona de mar
O un simple caracol, allí, con cautela,
Se despliega, se asoma, lo que soy.

sábado, 14 de abril de 2012

FLORENTIUS

..."Alzando la vista por encima de la muralla, Toledo parecía no tener calles merced al mosaico de casas, torres y almenas, apiñadas como frutas en un pastel. Innumerables eran los templos que podían contarse, a decir de los campanarios que, como un campo de cipreses, miraban al cielo en actitud de plegaria. El tañido de las campanas al unísono, cada una con su particular timbre, parecía anticipar la inminencia del apocalipsis..."
Un breve fragmento de una novela sugerente,FLORENTIUS, cuyo autor es Fernando Lallana. Publicado por la editorial Celya.

Te deseo un largo viaje con este libro.

viernes, 6 de abril de 2012

T.S.Eliot


Un fragmento...



A Ezra Pound
il miglior fabbro.

I. EL ENTIERRO DE LOS MUERTOS

Abril es el mes más cruel: engendra
lilas de la tierra muerta, mezcla
recuerdos y anhelos, despierta
inertes raíces con lluvias primaverales.
El invierno nos mantuvo cálidos, cubriendo
la tierra con nieve olvidadiza, nutriendo
una pequeña vida con tubérculos secos.
Nos sorprendió el verano, precipitóse sobre el Starnbergersee
con un chubasco, nos detuvimos bajo los pórticos,
y luego, bajo el sol, seguimos dentro de Hofgarten,
y tomamos café y charlamos durante una hora.
Bin gar keine Russin, stamm'aus Litauen, echt deutsch.
Y cuando éramos niños, de visita en casa del archiduque,
mi primo, él me sacó en trineo.
Y yo tenía miedo. Él me dijo: Marie,
Marie, agárrate fuerte. Y cuesta abajo nos lanzamos.
Uno se siente libre, allí en las montañas.
Leo, casi toda la noche, y en invierno me marcho al Sur.


¿Cuáles son las raíces que arraigan, qué ramas crecen
en estos pétreos desperdicios? Oh hijo del hombre,
no puedes decirlo ni adivinarlo; tu sólo conoces
un montón de imágenes rotas, donde el sol bate,
y el árbol muerto no cobija, el grillo no consuela
y la piedra seca no da agua rumorosa. Sólo
hay sombra bajo esta roca roja
(ven a cobijarte bajo la sombra de esta roca roja),
y te enseñaré algo que no es
ni la sombra tuya que te sigue por la mañana
ni tu sombra que al atardecer sale a tu encuentro;
te mostraré el miedo en un puñado de polvo.


...................................

Y, para compensar, Ella Fitzgerald con Louis Armstrong: April in Paris




sábado, 31 de marzo de 2012

Dedicatoria

Sí, esta entrada va para María José y Rosa, por la tarde extraordinaria que me regalaron...

Me gusta Djavan, mucho.

India Arie para el sin tiempo

Y, por supuesto, Carole King

Para vosotras, chicas.











domingo, 4 de marzo de 2012

Un poeta...

KEPA MURUA

Para leer más: K M


En esta ciudad del deseo


En esta ciudad el deseo permanece oculto
como las ventanas de la luz
se deslizan por tu vestido
para cuando alguno te los quite.

Esta ciudad guarda en la palma de su mano
los postigos de tu deseo descarnado
sin prisa. Suspendida en la nada
es como un perro de presa

que aparece y desaparece sin dejar rastro.
Cerrada a unos, abierta a otros, una fruta
sin demora. Y parece que es incendio
lo que en verdad nos rodea.

sábado, 11 de febrero de 2012

Me sigue gustando tanto...

René Magritte



...El libro del buen amor. [3.2]-III ARCIPRESTE DE HITA

¡Ay, Dios, cuán hermosa viene doña Endrina por la plaza!
¡Ay, qué talle, qué donaire, qué alto cuello de garza!
¡Qué cabellos, qué boquita, qué color, qué buenandanza!
Con saetas de amor hiere cuando los sus ojos alza.

Pero tal lugar no era para conversar de amores;
acometiéronme luego muchos miedos y temblores,
los mis pies y las mis manos no eran de sí señores,
perdí seso, perdí fuerza, mudáronse mis colores.

Unas palabras tenía pensadas para decir,
la vergüenza ante la gente otras me hace proferir;
apenas era yo mismo, sin saber por dónde ir;
mis dichos y mis ideas no conseguían seguir.

Hablar con mujer en plaza es cosa muy descubierta
y, a veces, mal perro atado está tras la puerta abierta;
es bueno disimular, echar alguna cubierta,
pues sólo en lugar seguro se puede hablar cosa cierta.

-"Señora, la mi sobrina, la que en Toledo vivía
a vos se encomienda mucho, mil saludos os envía;
si hubiese lugar y tiempo, por cuanto de vos oía,
tendría placer en veros y conoceros querría.

"Deseaban mis parientes casarme en esta sazón
con una doncella rica, hija de don Pepión;
a todos di por respuesta que no la querría, no.
¡Mi cuerpo será de aquella que tiene mi corazón!"

Luego, hablando en voz baja, dije que disimulaba
porque toda aquella gente de la plaza nos miraba;
cuando vi que se marchaban y que ya nadie quedaba
comencé a decir la queja de amor que me lastimaba.

viernes, 3 de febrero de 2012

Wislawa Srymborska...

...cada vez que muere un poeta (una poeta) se seca un río.







Discurso en el depósito de objetos perdidos

Perdí algunas diosas en el camino de sur a norte,
y también muchos dioses en el camino de este a oeste.
Se me apagaron para siempre un par de estrellas, ábrete cielo.
Se me hundió en el mar una isla, otra.
Ni siquiera sé exactamente dónde dejé las garras,
quién trae mi piel, quién vive en mi concha.
Mis hermanos murieron cuando me arrastré a la orilla
y sólo algún huesito celebra en mí ese aniversario.
Salté de mi pellejo, perdí vértebras y piernas,
me alejé de mis sentidos muchísimas veces.
Desde hace mucho cerré mi tercer ojo ante todo esto,
me despedí de todo con la aleta, me encogí de ramas.

Se esfumó, se perdió, se dispersó a los cuatro vientos.
Yo misma me sorprendo de mí misma, de lo poco que quedó
de mí:
un individuo aislado, del género humano por ahora,
que sólo perdió su paraguas ayer en el tranvía.

domingo, 29 de enero de 2012

En Cuenca..





José Ángel García


El poema que elijo está tomado del blog Las afinidades electivas

HAY EN MADRID un bar pequeño
(no te voy a decir dónde)
entre cuyos gastados espejos cobran cuerpo
las sombras de mil sueños extraviados.
A un lado de la barra, entre baldas polvorientas,
muere el tiempo y
en el otro,
transitan agrios en los ojos sin vida de los parroquianos
los tristes trenes del
no puedo.
Mientras tanto, fuera, la nada, borracha,
se desangra en nieblas, innúmera de esquinas.
No te diré las veces mas es cierto,
en más de una ocasión allí
he estado.