viernes, 28 de diciembre de 2012

Lucidez




Dos fragmentos de Desaparecido en Cabo Cólera, de John Berger

Aun así, sólo podemos confesar nuestra confusión y nuestra impotencia, nuestra ira y nuestras opiniones, con palabras. Con palabras nombramos nuestras  pérdidas y nuestra resistencia porque no tenemos otro recurso, porque los hombres están indefectiblemente abiertos a la palabra y porque `poco a poco son ellas las que moldean nuestro juicio. Nuestro juicio  temido a menudo por quienes detentan el poder, se moldea lentamente, como el cauce de un río,  por medio de corrientes de palabras. Pero las palabras sólo producen corrientes cuando resultan profundamente creíbles.

[...]

Las palabras nunca son transparentes. Crean su propio espacio, el espacio de la experiencia, no de la existencia. La claridad de la palabra escrita tiene poco que ver con el estilo en sí. Un texto barroco puede ser claro; un texto simple puede ser confuso  La claridad, en mi opinión, es el don de componer el espacio creado por las palabras en un texto dado.