domingo, 27 de diciembre de 2015

IMAGEN DEL MITO



 Sigues leyendo este libro, clocado sobre la mesa; es grande y pesado ( sólo de forma). No es un libro para leerlo en la cama...y hay que adentrarse en el despacio.

Joseph Campbell

Y dos pequeños textos suyos:

El propósito del viaje es la compasión. Cuando has superado los pares de opuestos has llegado a la compasión. El objeto es devolver la gema al mundo, unir las dos cosas. La separación visible en el mundo es secundaria. Más allá del mundo de opuestos hay una invisible, pero experimentada unidad e identidad en todos nosotros. Hoy el planeta es el único “grupo de pertenencia”. Debes volver con la bienaventuranza, e integrarte. El regreso es ver el brillo de todo.


Si lo quieres todo, los dioses te lo darán Pero debes estar preparado. La meta es vivir con compostura divina, en pleno gesto de energía, como Dionisios cabalgando el tigre sin ser despedazado. Un pequeño consejo que le daban a un indio americano cuando su iniciación: “Cuando avances en la vida verás un gran abismo. Salta; no es tan ancho como crees”.

domingo, 20 de diciembre de 2015

MITOS: Entre el 20 y el 23...

...de diciembre sucede el solsticio de invierno, pero le dedicamos el día 21.



El solsticio hiemal es el acontecimiento que vivifica la Naturaleza con su luz y su calor, razón por la cual, para todas las culturas antiguas, representaba el auténtico nacimiento del Sol y, con él, toda la Naturaleza comenzaba a despertar lentamente de su letargo invernal y los humanos veían renovadas sus esperanzas de supervivencia, gracias a la fertilidad de la tierra. En el solsticio de invierno, todos los pueblos antiguos celebraban el nacimiento del astro rey mediante grandes festejos, caracterizados por la alegría general y acompañados de ceremonias colectivas, centradas en cantos y danzas rituales y en la recogida de ciertas plantas mágicas, como el muérdago. Las grandes hogueras tenían la función de provocar el calor y la fuerza de los rayos de un sol recién nacido, que encaraba su curso hacia la primavera, inundando la tierra con su poder regenerador. Otro tanto sucedía durante el solsticio de verano, época adecuada para mostrarle, al divino sol, el agradecimiento de quienes habían sobrevivido un año más, gracias a su generosa intervención en el ciclo agrícola y ganadero. Con el desarrollo de las culturas urbanas, los rituales solsticiales agrarios no desaparecieron, sino que se adaptaron a las nuevas circunstancias y necesidades. Por eso, las fiestas paganas más importantes rebasaron el ámbito campesino y se convirtieron en ciudadanas, de forma que la fecundidad que en origen solicitaban para el campo y el ganado, pasó a comprenderse como prosperidad y riqueza para la ciudad. En la antigua Grecia, el culto popular de Dioniso estaba repartido en cuatro grandes festividades: las dos primeras (las Dionisíacas de los campos y las Leneas) se celebraban alrededor del solsticio invernal, con carácter propiciatorio de la fertilidad/prosperidad y en medio de festejos, caracterizados por la gran alegría general. Las dos últimas tenían lugar en la primavera y festejaban la resurrección de la Naturaleza. En Roma, la celebración de las Saturnalias (fiestas dedicadas a Saturno, padre de los dioses olímpicos y dios protector de la Naturaleza) duraba una semana. Después de la ceremonia religiosa, había grandes festejos y banquetes, se abolían temporalmente las clases sociales y, en los ágapes, los señores servían a sus esclavos; cesaba toda actividad pública (en tribunales, escuelas, comercios, operaciones militares, etc.) y no se permitía ejercer ningún arte ni oficio, salvo el de la cocina; se imponía el hacerse regalos unos a otros, los ricos convidaban a sus mesas, bien surtidas, a los pobres que llamaban a sus puertas, se practicaban juegos de azar, etc. En los mitos solares de todas las culturas antiguas, ocupa un lugar central la presencia de un dios joven (Jesucristo en la religión cristiana), que cada año muere y resucita, encarnando en sí los ciclos de la vida de la Naturaleza. Durante el solsticio de invierno, la imagen del dios egipcio Horus era sacada del santuario para ser expuesta a la adoración pública de las masas. Se le representaba como un niño recién nacido, recostado en un pesebre, con cabello dorado, con un dedo en la boca y el disco solar sobre su cabeza. Mitra, uno de los principales dioses de la religión hindú, objeto de un culto aparecido unos mil años antes de Cristo, cargaba con los pecados y expiaba las iniquidades de la humanidad, era el principio mediador colocado entre el bien (el dios Ormuzd) y el mal (el dios Ahrimán), el dispensador de luz y bienes, mantenedor de la armonía en el mundo y guardián y protector de todas las criaturas, y era una especie de mesías que, según sus seguidores, debía volver al mundo como juez de los hombres. Era un dios que había nacido de madre virgen, en el solsticio de invierno, en una gruta o cueva, fue adorado por pastores y magos, obró milagros, fue perseguido, acabó siendo muerto y resucitó al tercer día. Baco, otro dios solar romano, también estuvo destinado a cargar con las culpas de la humanidad, también fue asesinado y despedazado (como Osiris) y su madre también lo buscó (como Isis) y recogió todos sus pedazos y lo resucitó. Según la tradición, Baco moría despedazado en el equinoccio de primavera y resucitaba a los tres días.


La cultura celta, además de las tribus nórdicas y el paganismo germánico, daban al solsticio de invierno el nombre de Yule, este término se remonta al nacimiento de la palabra, con raíces arcaicas indoeuropeas se refiere a la tradición de observar los astros y los cambios climáticos. Se celebra, según la cultura celta, el renacimiento del dios y los espíritus, después de su muerte en Samhain, fecha en la que se celebra el año nuevo druídico celebrado en la noche del 31 de Octubre y la madrugada del 1 de Noviembre, el periodo entre Samhain y Yule, era llamado la estación oscura, días de mayor intensidad del invierno y menor cantidad de luz solar.

Fuentes: http://www.sabercurioso.es/ http://cultura-arte-y-todo-lo-demas.over-blog.es/

domingo, 13 de diciembre de 2015

UN POETA...

...un amigo sin tiempo: JESÚS PINO, y un poema de su inencontrable ya aunque recién publicado, raro pero magnífico libro TERESA



Lo interior no está dentro
ni detrás,
ni detrás, ni está fuera,
ni delante.

Lo interior es una claridad
sin horizonte;
un deleite extendido
en el trigal del tiempo;
un gozo en el vacío
que es sombra de la vida.
Lo interior es la cuna del alfa
y el sueño del omega,
el azar de la rosa, 
la profecía del sándalo.

Por el recogimiento
se sale hacia los páramos
de la fascinación,
se entra en el olvido
de los cantos del tordo,
del olor del dondiego;
el exterior y el interior
se funden
como el agua en el agua
o el aroma en el aire.
Y sólo queda un punto
voraz del infinito
donde la luz embebe
las falsas direcciones.

domingo, 6 de diciembre de 2015

HOY

..recuerdas algunos temas que le gustaban...sin remedio, te gustan tanto...Hoy es su cumpleaños:



Fragmento de una fotografía de Renata Takkenberg








Aunque no era de Los Navalmorales, lo era por amor: ( Por mucho que después quisieran ponerle a un villancico inventado esta música)