domingo, 20 de marzo de 2016

La peligrosa primavera

Fragmento de La consagración de la primavera, de Alejo Carpentier y de Igor Stravinski



«Y fueron los tiempos del desorden, del insaciable cuerpo a cuerpo, de las anarquías del abrazo de formas machiembradas, revueltas, volteadas en los albures del impulso y del deseo -hallazgo de sabores y calores, retozos, cuchicheos en la oscuridad, gimientes alegrías, risas al cabo del gesto, fingidas resistencias, deleitosas confusiones, palpitantes afloraduras de savias profundas; tiempos de la puerta sellada, de la llamada sin respuesta, del teléfono desconectado, del cartero inútil; tiempos del egoísmo compartido, del olvido de cuanto nos fuese extraño y ajeno- gentes, amigos, sucesos, deberes; tiempos de la jubilosa alienación, de la siempre superada cantata a dos voces, del dejar de ser para encarnarme en ti, antes de regresar, yacentes colmados, al leve y sonriente sueño de la ternura recobrada, de las carnes devueltas a sus aplacados contornos»




sábado, 5 de marzo de 2016

Un poema de Djuna Barnes...

...tan admirada después de leer su novela  El bosque de la noche, hace ya mucho tiempo, otro tiempo.

Djuna Barnes



TRANSFIGURACIÓN


Con manos de hierro cava el profeta
en la arena cambiante del desierto.

El insecto retorna a su estado de larva,
vuelve a ser semilla la rosa trepadora.

A la garganta vacía de Moisés, como humo
regresan todas sus palabras.

El cuchillo de Caín deshace la estocada,
Abel se levanta del polvo.

Pilatos no puede encontrar su lengua.
Está desnudo el árbol del que Judas colgó.

Desde la tierra brama Lucifer,
Cristo cae en su muerte.

La costilla se pliega otra vez a Adán,
una criatura llora en su costado.

La extensión del Edén es verde y espesa.
El bosque jadea, sin bestias a la vista.

Con sed furiosa, el sol liberado
alimenta al primer día con el último día.