Anoche Ella estaba muy, muy habitada... y hasta alegre, a pesar del frío helador de la "pelona"que comenzaba a caer.
Entre otras celebraciones, se abrió por el Museo de Santa Cruz ( diferente a la noche de los museos, en verano) Una sensación extraña y seductora pasear por su claustro sin el veraniego calor nocturno de la ciudad.
Y se mostraba una extraordinaria exposición recogiendo una mínima parte de los tesoros que esconde. Elijo únicamente varios objetos de entre todos los preciosos y extraños ( hemos perdido la comprensión de los signos medievales, colores, gestos, miradas...) Y , sin remedio, uno de mis queridos grecos.
Ayer, Ogigia latía porque Ulises la visitaba.
Ciudad mía querida, suave y hostil, te dedico este viejo y cercano tema: