Con Fernando de Giles y el escritor Mario Paoletti, recibiendo los premios Ciudad de Toledo, hace muchos años |
sábado, 28 de junio de 2014
Un admirado artista:
FERNANDO DE GILES
domingo, 15 de junio de 2014
Un poeta portugués sin olvido
um caminho de palavras
Traducción de Iván García |
Sem dizer fogo – vou para ele. Sem enunciar as pedras, sei que as piso – duramente, são pedras e não são ervas. O vento é fresco: sei que é vento, mas sabe-me a fresco ao mesmo tempo que a vento. Tudo o que eu sei, já lá está, mas não estão os meus passos e os meus braços. Por isso caminho, caminho porque há um intervalo entre tudo e eu, e nesse intervalo, caminho e descubro o meu caminho.
Mas entre mim e os meus passos há um intervalo também: então invento os meus passos e o meu próprio caminho. E com as palavras de vento e de pedra, invento o vento e as pedras, caminho um caminho de palavras. Caminho um caminho de palavras (porque me deram o sol) e por esse caminho me ligo ao sol e pelo sol me ligo a mim E porque a noite não tem limites alargo o dia e faço-me dia e faço-me sol porque o sol existe Mas a noite existe e a palavra sabe-o un camino de palabras Sin decir fuego – voy hacia él. Sin enunciar las piedras, sé que las piso – duramente, son piedras y no hierbas. El viento es fresco: sé que es viento, pero me sabe a fresco y viento a la vez. Todo lo que sé, ahí ya está, pero no están mis pasos ni mis brazos. Por eso camino, camino porque hay un intervalo entre todo y yo, y en ese intervalo, camino y descubro mi camino. Pero entre mí y mis pasos hay también un intervalo: así que invento mis pasos y mi propio camino. Y con las palabras de viento y piedra, invento el viento y las piedras, camino un camino de palabras. Camino un camino de palabras (porque me dieron el sol) y por ese camino me uno al sol y por el sol me uno a mí Y porque la noche no tiene límites expando el día y me hago día y me hago sol porque el sol existe Pero la noche existe y la palabra lo sabe. |
domingo, 8 de junio de 2014
Por hoy...Garcilaso
su (mi) soneto preferido
SONETO XXIII
En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;
y en
tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de
vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre;
marchitará la rosa el viento helado.
Todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
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