MÉNDEZ SADIA
jueves, 29 de julio de 2010
jueves, 22 de julio de 2010
jueves, 15 de julio de 2010
Barnett Newman
Otro de mis pintores preferidos y con Ella Fitzgerald cantando el espléndido tema de Cole Porter.
Con dedicatoria para Kit
Barnett Newman -Baruch Newman- (1905-1970), un americano de padres polacos, se convirtió en el teórico de la vanguardia, sin renunciar por ello a sus principios anarquistas, que le permitían aceptar sin contradicciones un individualismo de raíces románticas y la participación de los artistas en la vida política, lo que le llevó a presentarse a alcalde de Nueva York en 1933.En enero de 1943 escribió un texto para el catálogo de la exposición American Modern Artists (Artistas americanos modernos), celebrada en Nueva York, en el Riverside Museum. Esta exposición hipopótamo, como la llamó un crítico, era una especie de Salón de los rechazados que se presentaba como respuesta a Artists for Victory, en la que casi mil quinientas obras representaban la última manifestación pública del realismo y regionalismo de los años treinta en Estados Unidos. El texto de Newman era un llamamiento a "un nuevo arte en un nuevo país", un arte moderno y apolítico, portavoz de la nueva Norteamérica liberal y depositaria de la cultura y el arte europeos.Convencido de estas nuevas ideas, Newman destruyó lo que había pintado en los años treinta y principios de los cuarenta, aunque nunca estuvo en la WPA. A mediados de los cuarenta empezó su interés por los mitos judíos de la Creación, a partir del Génesis y la Kábala, poniendo en relación con ellos la franja vertical -zip (silbido), le llamaba- que aparece en sus pinturas, como Momento, de 1946 (Londres, Tate Gallery), que seguramente hace alusión al momento de la creación. Pero su importancia es posterior al primer momento del expresionismo abstracto y rebasa éste. En su labor de publicista, no menos importante que la de pintor, editó en 1951 una antología de textos dadaístas, que despertaron un nuevo interés sobre el movimiento y tuvieron consecuencias para el desarrollo del arte en los sesenta.
jueves, 8 de julio de 2010
Para deleitarse...
Sí, para deleitarse en algo definitivamente pasado... Aunque... ¿cómo superar ese vestido maravilloso? ¿O esa elegancia en los movimientos de los dos? ¿O esa pose final tan "natural"?
Una película: Sombrero de copa
Mis padres lo deben estar viendo ahora cheek to cheek
jueves, 1 de julio de 2010
Un poema de Hilda Doolittle
Este poema de Hilda Doolittle está dedicado a María Muñoz.
Hilda Doolittle, poetisa y novelista estadounidense, fue una de las principales representantes del imaginismo. Nació en Bethlehem, Pennsylvania, y vivió en Inglaterra a partir de 1913. Murió en Suiza en 1961.
La traducción del poema es de Borja Menéndez
Jardín
I
Tú eres clara, rosa,
tallada en roca, dura
como tormenta de granizo.
Podría escarbar el color
de los pétalos como
tinte desaguado de una roca.
Si pudiera quebrantarte
yo podría quebrantar un árbol.
Si pudiera sacudir
si pudiera quebrantar un árbol,
yo podría quebrantarte.
II
Oh viento, desgarra el calor,
raja el calor,
desgárralo en jirones.
La fruta no puede caer
con este aire tan denso.
No puede caerse al calor
que estruja y desnariga
las puntas de las peras
y redondea las uvas.
Corta el calor,
labra sobre él
deshaciéndolo a ambos lados
de tu camino.
I
Tú eres clara, rosa,
tallada en roca, dura
como tormenta de granizo.
Podría escarbar el color
de los pétalos como
tinte desaguado de una roca.
Si pudiera quebrantarte
yo podría quebrantar un árbol.
Si pudiera sacudir
si pudiera quebrantar un árbol,
yo podría quebrantarte.
II
Oh viento, desgarra el calor,
raja el calor,
desgárralo en jirones.
La fruta no puede caer
con este aire tan denso.
No puede caerse al calor
que estruja y desnariga
las puntas de las peras
y redondea las uvas.
Corta el calor,
labra sobre él
deshaciéndolo a ambos lados
de tu camino.
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