Sí, extraña unión entre la iniciación mítica y la música de Manuel de Falla
Un culto a la vida preparó, bajo los signos de la "visión" y
de la "miel", el terreno para la religión dionisiaca.
Del libro DIONISOS. Raíz de la vida indestructible.
Karl Kerényi
Se podían escuchar los alaridos de las mujeres, el llanto de los infantes y los gritos de los hombres; algunos llamaban a sus padres, otros a sus hijos o esposas, tratando de reconocerles por sus voces. La gente se lamentaba a todo pulmón por su propia desventura o de la de sus familiares, y habían aquellos que rezaban pidiendo la muerte dentro de su terror de morir. Muchos buscaron la ayuda de los dioses, pero aún más imaginaban que no existían ya dioses y que el universo caía en picado para sumirse en una oscuridad eterna hasta el fin de los tiempos.
De la carta escrita por Plinio El Joven a su amigo Cornelius Tacitus, algunos años después de lo ocurrido en aquel 24 de
Agosto del año 79 d.C.