Jesús Pino, tan él, tan sabedor de la poesía
Esta es la espada, el
rifle, la luz que rompe brutalmente los fornidos infiernos de la sombra. He ahí
la llave, la puerta y la ventana por donde entrará el viento de la iluminación,
la brisa, curva y carroñera, que ha de arrojar la niebla a las tinieblas, la
bandera del sol, terriblemente clara, que defenestrará la oscuridad del aire y
sus burdeles.
¿Qué proporción de luz será bastante?
¿Qué parte de la claridad podrá empujarnos al otro lado de la Vida donde el
silencio de la enfermedad, la soledad del hambre y de la sed, la memoria de la
desesperación, no nos estallen como minas sembradas en la arena de los días?
Este es
el arca que contiene la ley de las vocales, la danza de los símbolos escritos,
la balanza del número. El arca que navega a golpes de palabras, a empujes de
preguntas, a esfuerzos de verdades y justicias. Este es el arca que surcará los
mares de los sueños cuando las sombras del diluvio busquen auxilio en las
pinzas de los alacranes.
*Fotografía del libro: En la pizarra un poema.© Escuelas para el mundo