El poema que elijo está tomado del blog Las afinidades electivas
HAY EN MADRID un bar pequeño
(no te voy a decir dónde)
entre cuyos gastados espejos cobran cuerpo
las sombras de mil sueños extraviados.
A un lado de la barra, entre baldas polvorientas,
muere el tiempo y
en el otro,
transitan agrios en los ojos sin vida de los parroquianos
los tristes trenes del
no puedo.
Mientras tanto, fuera, la nada, borracha,
se desangra en nieblas, innúmera de esquinas.
No te diré las veces mas es cierto,
en más de una ocasión allí
he estado.
(no te voy a decir dónde)
entre cuyos gastados espejos cobran cuerpo
las sombras de mil sueños extraviados.
A un lado de la barra, entre baldas polvorientas,
muere el tiempo y
en el otro,
transitan agrios en los ojos sin vida de los parroquianos
los tristes trenes del
no puedo.
Mientras tanto, fuera, la nada, borracha,
se desangra en nieblas, innúmera de esquinas.
No te diré las veces mas es cierto,
en más de una ocasión allí
he estado.