Da gusto encontrarse con amigos...
Un fragmento de EL GRECO Y RILKE. Un cielo en creación, su último libro, publicado por la Editorial Celya y con portada de Pablo Sanguino.
Llevas
en la mano la Guía artístico-práctica
del Vizconde de Palazuelos, escrita a doble columna en español y en francés,
pero no es ella la que te empuja por la calle del Ángel hasta hacerte desembocar en esa “iglesia con
cadenas ensangrentadas” de la que te habló la Desconocida. A partir de este
momento “ya nada fue casual”. Cautivo, ebrio, agotado por este lugar sin
límites, después de un día “largo como un
día del Génesis”, como si toda la
eternidad se hubiera concentrado en esta jornada y todos los astros se hubieran
reunido en este sol que, según cuenta la leyenda, el viejo Dios “situó exactamente
sobre Toledo”, te recoges exhausto en tu habitación; no son más de las siete. Hojeas
alguno de los libros que has traído en tu magro equipaje y escribes tus cartas,
pero ningún verso sale de tu pluma. Y te preguntas por qué. Llegas a tu destino
tan largamente esperado y te sumerges en el magma líquido de la inspiración en
el que nadan tus musas soñadas, pero emerges sin palabras. Es como si la
inmediata proximidad de la fuente te impidiera beber; como si la cercanía del
origen te hiciese enmudecer. Para poder escribir tendrás que alejarte del
acontecimiento puro, del puro deslumbramiento.
Fotos de la presentación, el pasado 14 de mayo:
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