sábado, 17 de mayo de 2014

De Luis Peñalver

Da gusto encontrarse con amigos...

Un fragmento de EL GRECO Y RILKE. Un cielo en creación,  su último libro, publicado por la Editorial Celya y con portada de Pablo Sanguino.


Llevas en la mano la Guía artístico-práctica del Vizconde de Palazuelos, escrita a doble columna en español y en francés, pero no es ella la que te empuja por la calle del Ángel  hasta hacerte desembocar en esa “iglesia con cadenas ensangrentadas” de la que te habló la Desconocida. A partir de este momento “ya nada fue casual”. Cautivo, ebrio, agotado por este lugar sin límites, después de un día “largo como un día del Génesis”, como si toda la eternidad se hubiera concentrado en esta jornada y todos los astros se hubieran reunido en este sol que, según cuenta la leyenda, el viejo Dios “situó exactamente sobre Toledo”, te recoges exhausto en tu habitación; no son más de las siete. Hojeas alguno de los libros que has traído en tu magro equipaje y escribes tus cartas, pero ningún verso sale de tu pluma. Y te preguntas por qué. Llegas a tu destino tan largamente esperado y te sumerges en el magma líquido de la inspiración en el que nadan tus musas soñadas, pero emerges sin palabras. Es como si la inmediata proximidad de la fuente te impidiera beber; como si la cercanía del origen te hiciese enmudecer. Para poder escribir tendrás que alejarte del acontecimiento puro, del puro deslumbramiento. 

Fotos de la presentación, el pasado 14 de mayo:


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