domingo, 21 de septiembre de 2014

Un poeta

Kenneth Rexroth



Tranquilamente

Tendido tranquilamente junto a ti,
Mi mejilla contra tu firme, quieto muslo,
La callada música de Boccherini
Bañándonos en la quietud,
Mientras el sol abandona los altos de la casa y se aleja 
Por el Pacífico, en calma -
Tan calmado se mueve el sol sobre nosotros, 
Tan calmado como siempre, 
Tan calmados, nuestros cuerpos, agotados
Por el tiempo y las penitencias del amor,  nuestros 
Cerebros ovillados, quietos en sus conchas, adormecidos,
Nuestros corazones lentos, tranquilos, confiados
En sus ritmos entrelazados, el pulso
En tu muslo acariciando mi mejilla. Tranquilo.

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