Oda
Trazos de vida entre la vida
(Para Maria Antonia)
El Jardín formula su retórica
abierto al mar
El azar estrepitoso
el oleaje...
y el sonido del agua luminoso
El Jardín intima
desorienta al olvido
y es la voz de un deseo sin límites
Ciega La Luz un eclipsamiento
un estallido
El Jardín recoge La Hermosura
sabiéndola privilegio
Suntuoso
líquido y esquivo
El Jardín aviva lo imposible
La tarde roja en lo más alto
quién sabe...
.
Tu Jardín no invade la melancolía
pero guarda el secreto de las rosas
Y el viento de las naves amorosas
que transforma en amistad
.
Azulea el día
La belleza de las palabras
en tu pulso lentísimo
-¡Soledad del adagio!-
Llegué a La Isla:
amansadas las sombras
... nadie sabía.
Imagen: autorretrato de Elisabeth Vigée-Lebrun
No hay comentarios:
Publicar un comentario