sábado, 29 de julio de 2017

Lugares: Tajt-i-Sulayman





Tajt-i-Sulayman o Takht-e Suleiman es un antiguo sitio arqueológico ubicado en Irán. Patrimonio de la Humanidad desde 2003. Aunque el sitio está gravemente deteriorado, sigue siendo un excelente ejemplo de la arquitectura regional temprana. 


Takht-e Suleiman se traduce literalmente como el trono de Salomón, y leyendas rodean a algunos sitios en el área relativa a la histórica rey. En algún momento la gente del primer milenio a. C. comenzaron a colonizar la región, y durante la dinastía de los aqueménidas la zona comenzaron un centro del zoroastrismo. 

Los templos de fuego son el principal lugar de culto para los seguidores de Zoroastro, que reúne a fuego y el agua para crear pureza. Adur Gushasp en Takht-e Suleiman era el templo del fuego más grande del mundo, y sirvió como un centro para el zoroastrismo durante siglos. 

Este lugar era muy importante para los sasánidas: antes de subir al trono a tomar el control de su imperio, cada gobernante potencial que hacer una peregrinación al templo de fuego a inclinarse ante él en la humildad. 

Durante el siglo III a. C., cuando Takht-e Suleiman estaba bajo el control de la dinastía sasánida un enorme muro fue construido para proteger el templo, y casi cuarenta torres se construyeron para la defensa. Takht-e Suleiman siguió creciendo en popularidad como un destino para los zoroastrianos, y en los últimos años el flujo de peregrinos aumentó constantemente. 

En el siglo VI el complejo se hizo aún mayor. Se construyeron nuevos templos y alojamientos para acomodar a los peregrinos. Esta expansión continuó hasta el comienzo del siglo VII. 

A principios del siglo VII la región cayó bajo el control romano. Los romanos saquearon y destruyeron Takht-e Suleiman, y el Templo del fuego de Adur Gushasp. El templo nunca fue reconstruido hasta que el sitio fue prácticamente olvidado. 

En los siglos XIII y XIV, el dominio de los mongoles se extendió por la zona;  Takht-e Suleiman vio una revitalización breve y se construyeron nuevos edificios. La gente comenzó a utilizar el área de nuevo, y para los próximos siglos sobrevivió, aunque nunca de nuevo floreció aunque nunca como en la época sasánida. En el siglo XVII el sitio fue abandonado por completo y, aunque seguía siendo conocido, rara vez era visitado. Los trabajos arqueológicos  continúan desde mediados del XX.


sábado, 22 de julio de 2017

Releyendo...

LA MIRADA DE ORFEO. LOS MITOS LITERARIOS DE OCCIDENTE...



Tan interesante como la primera vez. Un fragmento de la crítica de Dora Battistón:

Es una evidencia, a esta altura de nuestros conocimientos, que la literatura ha tomado de los mitos la sustancia simbólica y un esquema de composición, pero aquellos escritores de las primeras décadas del s. XX lo sugirieron de un modo casi metafórico cuando fundaron la poesía en esa experiencia del mundo en que la naturaleza se expresa con gestos primordiales, inaugurales y la vez eternos. Al poeta, entonces, no le haría falta describir, sino poner en escena los elementos cósmicos viviendo como personas, es decir como entidades míticas.

La crítica completa:


Los autores:

Juventud de los mitos / Jean-Claude Carriere / - Las vocaciones de Orfeo / Pierre Brunel / - El grial, un mito de la salvación / Michel Zink / - Romeo y Julieta o el amor fuera de la ley / Julia Kristeva / - Don Quijote o el combate en torno a un mito / Michael Nerlich / - Los avatares de Fausto / Pierre Chartier / - Del mito a la realidad : Don Juan y Casanova / Philippe Sollers / - El viaje a Italia / Philippe Berthier.

La compiladora: 
Bernadette Bricout

Un fragmento:


sábado, 1 de julio de 2017

Un poema de QUIEN DICE SOMBRA...

Resultado de imagen de federico gallego ripoll




... el último libro publicado de Federico Gallego Ripoll. Es magnífico.


(Pavesas)

Este gesto concreto manifiesta lo que de ti perdura.
Lees tu inmortalidad.
Consciente de lo escrito,
participo del gozo del reencuentro,
cuando tú y yo seamos agua de un mismo río,
dulzor geométrico en la ebullición de la colmena,
pavesas adyacentes que en la noche del hombre
iluminan durante un instante
el espacio que brota del canto de un pájaro
sorprendido de su propio vuelo.