viernes, 31 de julio de 2009

Un poeta admirado, querido

Federico Gallego Ripoll aunque lejano, cercano poeta...Hago mía su mirada. La fotografía es de un punto alto de Barcelona, donde él residió un tiempo. El ángel ( o Ganimedes) mira hacia las islas, donde él habita ahora.



OFICIO DE TINIEBLAS


Permanece la luz

aunque el día complete sus funciones

y los ojos decanten sus fluidos.


El oficio de ver

está en el centro mismo de las cosas.

Lo que ve es el afán de ser mirado,

lo perpetuo que existe en ese ritmo

de ser visto y de ver.


Mirar es respirar más allá de la vida.

Poner los ojos sobre el mundo es darle

nuevamente razón de ser.

No muere la mirada aunque muera quien mira

y muera quien, mirado, permanece.


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LOS POETAS INVISIBLES


Los poetas invisibles

escriben poemas invisibles

con palabras invisibles

sobre cuadernos invisibles.


Hay lectores invisibles

que les regalan sus ojos invisibles

y estantes invisibles

sobre los que descansan sus sueños invisibles.


Reciben premios invisibles

y aceptan las críticas invisibles

que a veces subrayan la evidencia

de su absurdo intento de visibilidad.


Pero a nadie privan de su sitio,

su ventana o su columna:

nadie habrá de preocuparse

de retrasar su camino por ellos.


Porque también tienen vendas invisibles,

quirófanos invisibles

y sufridos enterradores invisibles.

1 comentario:

Inma BabiaS dijo...

Me gusta tu nueva casa-isla-olas. Tengo que seguir de nuevo las rutas, que el verano me despista ;)